septiembre 29, 2006

Gone

Mi reproductor mp3 es chafa, sólo sirve con los audífonos del autobús
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me voy a surtir este fin

septiembre 28, 2006

Murder on the dance floor

Hoy vino a clases y hoy sí tuvo pareja, porque faltó una chica.
Me puse feliz de verla. Incluso la escuché reír. Baila bien.

septiembre 27, 2006

UDLAP: ¿Universidad De Las Payasadas?

El primer indicio de que algo raro pasaba fue toparme en la entrada de la 14 Ote. con un grupo de preparatorianos que, amontonados y excitados, le suplicaban al policía los dejase acceder al campus. No saqué ninguna conjetura y me limité a mostrar mi credencial de estudiante. A lo lejos en el estacionamiento vislumbré unos camiones grandes, como de circo, y ese molesto plástico amarillo restringiendo el paso... fue el segundo indicio; el tercero no dejó lugar a dudas: al dar la vuelta en La Playita con la intención de atravesarla y llegar cuanto antes a mi destino...

- Hey, chava, no puedes pasar

Confundida levanté la mirada y de golpe comprendí la magnitud de la situación: cámaras de video deslizándose por el área, estudiantes con ojos como platos y la boca abierta mirando hacia mí -aunque evidentemente no era a mí a quién miraban-, cables regados por el piso, individuos con aspecto de ¿técnicos? y unas veinteañeras a las que rápidamente identifiqué como no-estudiantes puesto que si alguien se viste así para venir a la universidad realmente tiene problemas...

Pues eso: la UDLA está siendo usada como locación para ¿una telenovela? ¿”La vida es una canción”? ¿El capítulo número 13 del Conde de Montecristo? Hay muchos rumores, pero ese es el punto menos importante.

¿Dónde quedó la imagen de casa de estudios SERIA? ¿Qué se gana al permitir esto, además de dinero? ¿Atraer gente? ¿¡Pero a qué gente!? Ok, la UDLA es un negocio, pero creí que tenía principios más elevados.

Yo no entré a esta universidad por su fama de circo, sino por el prestigio académico. Sí, los jardines y la belleza del campus influyeron... ¡pero ahora hasta el disfrute del mismo nos restringen por esta payasada! “no puedes pasar porque estamos filmando” y tienes que darte toda la vuelta y llegar tarde a tu clase, además de colocar tus 60mil pesos de colegiatura donde mejor se te acomoden. ¿A ellos les cobraron el estacionamiento? A 10 pesitos por camión y sacaban una lanita extra...digo, aprovechando, ¿no?

Siento dañada mi dignidad de estudiante por el hecho de que mi universidad se preste, contentísima, a ser el escenario de una historia que no hará más que seguir embruteciendo a la población, todo a cambio de dinero, dinero y más dinero. He llegado a pensar que la educación es sólo un pretexto para conseguir billetes y no esto la consecuencia lógica de la tan presumida excelencia académica.

Espero que, por lo menos, le den a la UDLA crédito en el programa, algo así como:

“Locación: Universidad de las Américas Puebla, donde el estacionamiento se cobra por motivos ecológicos”
- El miedo a perder apaga el ardiente deseo a mejorar
- Atrévete a ser sabio


F. Schiller, La Educación Estética del Hombre

septiembre 23, 2006

Yo no sé si el amor mueve montañas;
sé que es capaz de atravesar océanos.

septiembre 21, 2006

¡¡¡!!!


No sólo es fea sino que estaba vestida con la ropa más "out" que alguien de entre 18 y 20 años podría usar: una especie de conjunto de blusón y pantalón que sólo una señora fodonga de más de cuarenta años usaría para un reunión semiformal de oficina. Se veía fuera de contexto y, a diferencia de otra veces, iba maquillada. Las uñas de sus pies estaban pintadas de un rojo oscuro que para nada combinaba con el azul cielo de la vestimenta (si acaso, con los labios pintados también de rojo).
Estaba sola, como siempre, en medio de la pista de baile mientras todos los demás practicábamos las vueltas de cumbia que recién nos habían enseñado. La vi de reojo entre una vuelta y otra. Como a la décima vuelta mis ojos se volvieron a topar con ella, que ya no se encontraba en la pista sino en una banca, mirándonos a los demás con ojos perdidos y la boca semiabierta.


- Ya me mareé - dijo mi pareja de baile
- Yo también - contesté- voy a tomar agua

Nos encaminamos al garrafón.

-Oye- le dije- ¿por qué no bailas con ella? Está sola y este wey -el maestro-está afuera.

Bailaron unos momentos. Yo me senté en la misma banquita a verlos y a los pocos segundos me pidieron que le explicara a los pasos de la mujer. Lo hice. El maestro entró. Mike volvió conmigo y nos fuimos a nuestro lugar.

- Ahora van a agregar este movimiento...- y el profesor tomó a su ayudante, una chava voluptuosa que siempre está con él. Todos miramos.

Vueltas de nuevo. 1,2,3,4... y la veo otra vez. Se dirige hacia el maestro, en la parte de atrás del salón. Le pide que baile con ella. Él la rechaza con alguna razón que no imagino, puesto que ella también pagó $1800 para tomar la clase. Él le dice que no y le da la espalda para seguir platicando con la voluptusa, que está sentada en una silla, junto al estéreo. Ella, mirando el piso con la boca siempre semiabierta, vuelve al centro de la pista e intenta copiar los paos de una pareja que gira y gira, pero es imposible. Mira confundida a su alrededor, abre un poco más los labios, mueve un poco los pies.

...5,6... odio al maestro por rechazarla...7,8,9... yo me habría salido del salón en ese instante ...10,11,12... siento compasión por ella...13,14,15... pero la admiro por seguir ahí.

Dijo Saramago que a cada instante alguien mata a la justicia, al otro lado del mundo o en nuestras narices.


(El semestre pasado, el folleto de talleres ponía "se recomienda pareja", no que era indispensable. Este semestre ni siquiera eso. Me pregunto si también habría rechazado a la francesa, a la canadiense o a cualquier otra del grupo)

¿Qué soñaste?
=*

septiembre 20, 2006

Hay gente que hace tonterías por amor, como yo...
que no hice nada xD








septiembre 18, 2006

Because my inside is outside
My right side's on the left side
Cause I'm writing to reach you now but
I might never reach you...


... and what's a wonderwall anyway?

(Writing to reach you - Travis)

Me gustó esto

¡No hablopara desaprobar lo que Bruto habló! ¡Pero estoy aquí para decir lo que sé!

(Marco Antonio en Julio César, de Shakespeare)

septiembre 17, 2006

El diablo se viste de Prada

Soñé que estaba contigo en una terraza
y que ponías un documental animado a blanco y negro
sobre el proceso por el que las mujeres pasan
después de una relación (lol) .
Me besabas
pero en eso te detenías y me decías
que aquello no estaba bien
y yo, molesta pero comprensiva,
te preguntaba por qué si yo
ni siquiera estaba enamorada de ti *(1)


pero como no querías seguir con la actividad de los besos,
decidía mejor irme a comprar ropa



Mmmm.....sí,
me iré a comprar ropa




*(1) Eso es lo que se conoce, dentro de la lógica, como "condición necesaria y suficiente"
Escríbeme un verso que huela a ti

septiembre 16, 2006

15 de septiembre
10:35 pm (o algo así).
3 individuas en el coche.
Cholula.
Un alto.
Perro negro y feo husmeando en la esquina.

INDIVIDUA 1: ¡¡¡¡¡¡Míraloooooooooooo!!! mi amoooorrrr (o sea el animal) ¡¡¡Está embarazada!!!
INDIVIDUA 2: ¿Cómo sabes? A lo mejor sólo está gorda

(el perro cruza la calle)

INDIVIDUA 3: Es macho

septiembre 15, 2006

Lista de canciones para la clase de canto

Amor Divino - Café Tacvba
("a veces pienso que tú nunca vendrás pero te quiero y te tengo que esperarrr... ay amooor divino....")

Cero y Uno - Café Tacvba
("Para poder llegar a tus oídos, hasta tus ojos, hasta tu boca, hasta tu olfato, hasta tu tacto, la única forma es hacer el viaje hasta donde estás tú...." OO )

Quiéreme mucho - Ely Guerra
("...y quiero quiero sentir el calor que tu boca despide en cada oración ¿qué dices? Quiero ser el corazón que tú buscas...)

Completamente - Chetes
("Hey... así como eres, completamente... aunque parezca ser muy pronto...")
Hoy me sonrió
.
.
.
.
.
.
.
.....................¿y eso qué?

septiembre 14, 2006

Jardín de niños "La Catarina Maricona"

Director: Rudy
Educador: Auto

Un kinder de calidad

septiembre 12, 2006

Quiero meter el océano dentro de una botella*
o mejor aún
ponerte en un
avión
dentro de (menos de) un año
rumbo a Canadá
t
i
e
r
r
a
del maple,
del inglés y del francés
con acento
r
a
r
o
Escenario donde imagino tus


    ojos

mirándome
y tu mano en la mía
Montréal en verano
...nunca soñaste con Norteamérica
pero
t
a
l
v
e
z
soñaste
c
o
n
m
i
g
o



...Let's fall in love...



*Gustave Flaubert

Es obsceno lo mucho que me gusta mi carrera

(comentario emitido después de saborear la satisfacción por lo chido que nos está quedando a Luz y a mí el guión para el documental "Orígenes de la civilización")

septiembre 09, 2006

Conversación del sábado en la cocina

A: No mames, B, llevo como 4 meses sin tener sexo
B: No, como 2
A: Noo... como 4, porque fue desde verano
Tania que se preparaba un café: No mames, qué enfermo que B sepa cuánto tiempo llevas sin tener sexo

(Tania sale de escena para seguir "estudiando" en su cuarto)

A: Wey es que no aguanto!
B: Bueno a ver ya, estás castigada, ve corriendo a darle un beso a C
A: ¡Que, qué! ¡Prefiero perder la virginidad con quién sea a darle un beso a C!
Tania que había regresado para ponerle miel a su café: No...! Prefieres recuperarla...!


jajaja roomies las quiero!

Creí comprender la fuerza del pronombre "yo" cuando supe todo lo que "yo quería ser por ti" y todo lo que "yo quería darte". Pero cuando realmente me di cuenta de su intensidad fue al anteponerle "tú y".

Tú y yo. Yo y tú. Tú y yo. Yo y tú. Tú y yo. Yo y tú. Tú y yo. Yo y tú. Tú y yo. Yo y tú. Tú y yo.

septiembre 05, 2006


"Algunos sostienen que es instintivo; otros, que es cultural. Lo cierto es que a todos les gusta, todos lo hacen y los que no... deberían"







septiembre 03, 2006

José y yo dejamos de ser amantes porque teníamos mucho tiempo libre. Era cuando apenas podíamos vernos que la pasión estaba en la cresta-de-la-cima-de-la-cúspide de la montaña; cuando la hora de la comida, de 2:00 a 3:00, era suficiente para compartir un par de orgasmos, risas, besos, arrumacos y una comida corrida de 30 pesos (y claro, miradas chacondas); como aquél día en que su jefe inmediato tuvo que salir por 15 minutos y el muy caliente de José, ni tardo ni perezoso, me llamó al cubículo para proponerme una cogidita exprés. Más tardé en bajarme la pantaleta que en sentirlo dentro.
Era ese ritmo tan apretado lo que nos mantenían vivos, deseosos, enamorados. Éramos nuestro recíproco misterio. No vernos, vernos, soñarnos, desearnos. Amarnos cuando los breaks lo permitían. Para la calma teníamos uno o dos domingo al mes, en los que veíamos alguna película de alquiler y como niños comíamos helado, el cuál después del film terminaba siempre embarrado en mis senos, nariz, en su ombligo, muslos, y muñecas.

La esencia de la felicidad eran las reducidas horas que pasábamos juntos a la semana. Y no necesitábamos más, era el balance perfecto.

Pero pasó que llegó el verano con su ineludible asueto, y como éramos unos trabajólicos inccoregibles que no habían tenido vacaciones en mucho tiempo más que en los días feriados -en los cuales no nos veíamos porque él se iba a su pueblo a ver a sus sobrinos y yo aprovechaba para irme de shopping-, la empresa nos otorgó un merecido mes de descanso.

- Disfrútenlo, enamorados, se lo merecen- dijo el supervisor con una sonrisita cómplice. Yo me pregunté si sospecharía que habíamos practicado una amplia gama de posiciones sobre el sofá de su oficina en sus horas de descanso.

Nos fuimos a casa y al atravesar el umbral de la puerta principal un antes y un después se tatuó en nuestra vida.
José entró antes que yo. Nada más ver cómo unos cuantos vellitos se escapaban del cuello de su camisa a rayas blancas y azules y me abalancé sobre su espalda, clavando vampíricamente los dientes en ese cuello que tanto quería mientras con una de mis manos le acariciaba el abdomen en dirección descendente.

Rió cariñosamente.

- Cielo, tenemos todo un mes para nosotros solos, mejor cenemos algo. Mañana comienza un viaje por los senderos de la calma y el placer del que nuuuunca -alargó la deliciosamente la u- querremos regresar- me guiñó el ojo.

Me quedé con las ganas pero estuve de acuerdo. Pensé en lo maraviloso que sería pasar todo el verano con él, sin otra preocupación que su piel ni otra responsabilidad que su deleite.

Pero lo que sucedió fue que nos volvimos reales. Al principio seguimos amándonos, pero dejamos de tener esa urgencia por hacerlo. Cualquiera de las veinticuatro horas del día estaría disponible cuando la requiriésemos. No había prisa. Ahorita no, al rato, tenemos tiempo, treinta días, veintinueve todavía, te voy a hacer el amor durante los veintiocho días que nos quedan, mejor mañana que estoy cansado, ¿sabes qué? me duele la cabeza, José, ¿me besas la espalda?, mua mua, ¿satisfecha?

Cuando llegó el momento de volver a la oficina, ya nada era igual. La hora de la comida se volvió la hora de ir con los muchachos, de ir con las muchachas y la ausencia del jefe, el momento ideal para ir por un café pues ya no aguanto el sueño. Las palabras cielo y mi amor se volvieron más espaciadas y el vacío fue ocupado por adjetivos tales como hijo(a) de la chingada, maricón, pendeja, pinche impotente, frígida.


Una vez usadas -fracturadas- las relaciones no pueden volver a su estado original y se transforman en malsanas.

Habíamos perdido nuestro recíproco encanto, pero ni él era impotente ni yo una frígida. Tuve seis amantes, el jefe incluído, y lo que más recuerdo de ese affaire es que en sus ojos sólo veía los de José cada vez que hacíamos el misionero sobre el sofá.


Creo que José tuvo que ver con tres o cuatro de la oficina más una bailarina de cabaret y una empleada del banco al que iba a depositar los cheques del jefe, quien lo mandaba expresamente para quedarse solo conmigo.

Una vez regresó temblando y con los ojos bañados en lágrimas después de estar con alguna de ellas-la bailarina exótica, me parece-.
Te quiero tanto-me abrazó- tanto, tanto, tanto.
Nunca nos dejamos, pero éramos como muebles; muebles que se hacían silenciosa compañía y sobre los que ya no había ningún niño que tirase helado de chocolate para después lamerlo con avidez.

Hace unas horas -a hijos, problema hipotecario, crisis de los cuarenta, promociones laborales, subida de peso, salida de las canas y primeras arrugas de distancia- me preparaba para ir a cenar con un hombre fornido el cuál espero se transforme en mi séptimo amante. A José no lo importa mucho lo que estoy haciendo. Está arriba, encerrado en su cuarto, hablando por teléfono en voz baja. Aún se cuida de que yo no escuche-sonrío con dulce amargura.

Encontré una foto el otro día, mientras hacía limpieza. Está un poco arrugada, seguramente como consecuencia de algún momento de frustración de los que ya no padezco.
Es una de esas instantáneas de maquinita que tienen cuatro cuadros. En ellos aparecen un chico y una chica de veintipico. En el primero tienen cara de enojados, en el segundo sacan la lengua, en el tercero se están besando -es la barbilla de él la que sobresale- y en el cuarto, ella tiene una amplia sonrisa de oreja a oreja y él parece estar susurrándole un secreto al oído mientras mira el lente con ojos misteriosos.

Después de observala con detenimiento la sostuve entre mis manos un instante. Y lloré.

septiembre 02, 2006

Hace como cinco meses la vi llorando en el corredor de Humanidades. Me impactó, porque la admiración y el respeto que sentía hacia ella jamás me permitieron pensar en la posibilidad de que con todo su porte y sabiduría pudiese llorar así -con los ojos hinchados e inyectados de rojo, las mejillas encendidas, las manos crispadas y con la súplica inscrita en la mirada- frente a un individuo de pantalón de vestir y saco que la doblegaba no por la cabeza y media que le sacaba de altura, sino por la indiferencia que se adivinaba en su rostro, tan sólo con verlo de espaldas parado de forma inmutable, decidida, diciendo "No" con la rectitud de su columna vertebral.
Me turbé. Quise abrazarla, cambiarle el lugar, susurrarle al oído: Yo sufro por ti; salvarla de esa sensación de oscura opresión en el pecho, de abandono de la fuerza, de pérdida de la orientación, del sentido; que no se sofocara ante mis ojos impotentes, que sus conductos nasales no se llenaran de mucosidad al mismo tiempo que sus uñas se enterraban en la palma de su mano. Yo sufro por ti, quería decirle; ¡No sufras!, gritarle. Y comenzar a llorar ahí mismo. El cambio sería tan rápido que el hacedor de su angustia ni siquiera lo notaría, y podría arrojarme a mí su cascada de razones de cuya justificación yo prescindía y así liberarla a ella de toda pena.
Pero ocurrió que ella no me miró, que fui un borroso peatón más, por lo que no tuve otro remedio que pasar de largo, fingiendo no notar el hecho de que una heroína estaba siendo devastada por una fuerza invisible y si acaso la más destructora de todas. Pero al día siguiente llegó como siempre: imperturbable, impenetrable, digna, heroica.


Veinte semanas pasaron ya, más o menos, y su estoica serenidad continúa estática, a excepción de dos o tres sonrisas que se le han escapado y una carcajada que se echó el otro día mientras hablaba por teléfono. Yo, como de costumbre, permanezco en el difuso escenario de la gente cotidiana, de esas caras que conoces tan sólo porque siempre están ahí. Y las cosas seguirán del mismo modo, excepto porque el lunes llegaré y desde mi papel de reparto en la obra de su vida pensaré: no necesitaste que te salvara, estás bien. Ojalá también pueda yo estar bien sin salvarme a mí misma. Nunca vi la cara de aquél que te hizo llorar, pero siempre hacen llorar. Y aunque el resultado es el mismo, es peor cuando sonríen.

Reflexión de madrugada a partir de un supuesto dado





"Antes que a alguien, quieres a lo que te
hace ser tú mismo"




Sí.
Pero no en un sentido de competencia.
Querer tu esencia es un requisito
para poder querer a alguien más.

Supuesto dado ------->

Rompiendo paradigmas del Kinder

"Cuando mientes te engañas a ti mismo"

No. Cuando mientes, tú eres el único al que no puedes engañar. He ahí el verdadero problema.

...

¿..
...
...
.....
......
.......
........
..........
..dónde...
....nos.........
......................
..perdimos.......
....................?.......

...

.................................................
.................................................
.................................................
.................................................
.................................................
¿En dónde te encuentro?
.................................................
.................................................
.................................................
.................................................
.................................................



otra
vez

septiembre 01, 2006

Ya encontré mis jeans

Reflexión semanal

- Me he vuelto muy ordenada: mi cama arregladita siempre, el maquillaje y las ligas en su lugar, el reproductor mp3 sin falta en el cajón de la derecha... pero a veces, a veces, no logro recordar dónde dejé los pantalones (y no es albur)

- Puedo hacer que la palabra "festival" suene ridícula

- Si faltas a la juntas de la suite, te echarán la culpa de haber tapado el lavabo (sí, sí, prácticamente lo uso nada más yo, pero ¡coño, mi saliva no es sólida!)

- Saliendo de clase de Escritura, puedes estar tan fastidiada que al verte en el espejo del baño de humanidades piensas: "no mames, pinche cabello" y sacas una de tus ligas estiradas para hacerte una coleta y aplacar al maldito. Pero también puede ser que una completa desconocida te haga el día al decirte: "Deberías dejártelo suelto, se te ve padrísimo".

- Yo creo en la igualdad entre la mujer y el hombre porque vivimos en un mundo en el que la fuerza física ha dejado de ser un factor imprescindible para la supervivencia. Creo firmemente en que la mujer puede tomar las riendas de cualquier situación...excepto en la ¡Salsa! CHINGAO, CABRONES! apréndanse sus pasos, que nosotras sólo damos vueltas a la derecha y si se les va el avión no podemos lucirnos! (Mike, si lees esto, te quiero mucho! jajaja)

- La distancia es relativa: cinco o seis cuadras pueden parecer un océano, y un océano, la mínima distancia que separa los labios para respirar entre beso y beso.