febrero 28, 2007

Bittersweet. Glukupikron.

"It was Sappho who first called eros bittersweet.
No one who has been in love disputes her"

- Anne Carson

Estela


"En el dibujo Estela, el artista delimita el espacio que puede abarcar con los brazos extendidos, manifestando los lìmites de su existencia fìsica. Este espacio finito, que es la posibilidad individual, es el punto de partida de una posible cadena de vìnculos infinitos. Es ahì donde el individuo se relaciona interuniendo es espacio de su entorno inmediato y con esto, es una escala mayor, interactùa con su naciòn, el arte, el universo"

Sí, pero olvidó sus pies

Estela, de Gabriel Orozco

febrero 27, 2007

El collar de Isadora

Dime, Isadora:
¿A quién miras
y
quién
besa tu espalda?
Fotografía: Gabriel Orozco

febrero 26, 2007

De sonidos y silencios: ensayo sobre la opinión pública y el comportamiento social que de esta deriva

Salvo rarísimas excepciones, como el escritor J.D. Salinger o algún otro genial iluminado que sus razones tendrá o habrá tenido, los humanos somos seres sociales dispuestos a hacer cualquier cosa por pertenecer a un grupo, ya sea por motivos tan existencialmente angustiantes que resultan sinsentido o por mero instinto de supervivencia.

El mecanismo mediante el cual convivimos con nuestros pares con fines tan variados como el trueque, una palabra de aliento, el coito, el bienestar común o la mera compañía, se llama integración, y las mujeres y los hombres -sin importar nuestra edad, nacionalidad, religión, orientación sexual, traumas o fenotipo- estamos dispuestos a sacrificar cualquier cosa con tal de acceder a ella, incluso nuestro propio juicio (Noelle-Neuman).

Sí, porque sin toda la parafernalia que constituye a la vida en grupo –que aunque los teóricos se empeñen en subrayar su carácter cada vez más individualista se mueve y se seguirá moviendo en masa-, los seres humanos resultamos individuos indefensos, pequeños niños desnuditos y perdidos en medio del bosque. A algunos les toca sufrir este tipo de exclusión por motivos que van desde la genialidad hasta la completa idiotez, pasando por algunas deficiencias de tipo genético o fatal que no les permiten integrarse a la vida o que insta a los demás a apartarles; pero al individuo promedio le resulta aterrador pensar en la idea de ser excluido: una espeluznante, horrible, espantosa e inaceptable posibilidad.

Por eso se habla y por eso se guarda silencio, por eso se reprimen o ponderan comportamientos: porque la presión del grupo es la que dicta y guía, y las discrepancias son sólo para aquellos afortunados a los que poco importa el castigo del aislamiento, normalmente excéntricos virtuosos, férreos soñadores o héroes tristes.

Si se reprimen ideas de cualquier índole “en virtud” de otras, ¿de dónde se obtienen estas últimas que fungen como la escala de lo socialmente aceptable y lo cotidianamente repulsivo, merecedor del desprecio general? De instituciones creadoras de opinión, llámense iglesia, familia o Club de Tobi pero, sobre todo, llámense Medios de Comunicación Masiva.

No se trata de echarle la culpa a los medios de todas las atrocidades mentales y de comportamiento que se llegan a cometer, ni tampoco de glorificarlos desmedidamente por alguna cosa buena que pudiesen propiciar, pero es innegable su participación en la construcción de las opiniones individuales y grupales, ya que constituyen la principal referencia en cuanto a la evaluación del clima general de opinión para poder decidir con quién te vas o con quién te quedas, qué dices o qué dejas de decir con tal de pertenecer a la mayoría cuyas opiniones prevalecerán, o bien a la minoría que sin duda predominará en el futuro. No se trata necesariamente de tener razón, sino de contar con apoyo. Se trata de ser incluido. Se trata de anestesiar ese terror a la soledad. Es cuestión de supervivencia.
Entonces, ¿cómo se generan nuevas opiniones? A aquellos virtuosos excéntricos, soñadores férreos o tristes héroes –cuyas intensiones pueden ser tan buenas como malas o tan rosas como grises- al principio les toca pregonar y sufrir solos por su causa, hasta que a alguien con el mismo valor -o el mismo grado de estupidez- se le ocurre prestar oídos y se les une, y luego otro, y después otro, y uno más hasta que la bolita de nieve se vuelve una avalancha y alguien decide mediatizarla. Y es aquí donde el camino se bifurca: si los medios apoyan o desaprueban, se tendrá uno u otro resultado: la ansiada inclusión o la temida exclusión.
Aunque cierto es que existen tácticas para ganarse la aprobación. Por eso surgieron el nazismo y la reforma, y tenemos ahora derechos humanos, drogas legalizadas, matrimonios homosexuales, empresas socialmente responsables, la onda new age y a Felipe Calderón como presidente, entre otros. Cosas buenas o cosas malas, según la opinión pública opine.

febrero 23, 2007

¡!

Saqué 89/100 en estadística social. En realidad saqué 90, pero a la prof no le pareció que amontonara todos los datos en una misma gráfica en lugar de dibujar otra, y me bajó una décima.

No importa,
podré tener orgasmos
por los próximos
15 años de mi vida.
Y más, y más.
Esa era mi canción. Era mía.
No volveré a espiar por ventanas
que muestran lo que [ya sé que]
no quiero ver
Klaudyta, dice:
... Y pues eso wey, mi casillero hipotético estaría en Humanidades y entonces resultaría igual de fastidioso ir allá por las cosas. Esta universidad debería tener casilleros que se teletransportasen .

Yo, pensativa, digo:
Quisiera estudiar en Hogwarts

Klaudyta -que el segundo anterior hablaba sobre casilleros que se teletransportan- dice:
¿Qué te pasa, pendeja? ¿Por qué dices eso? Atentas contra mi salud mental. Voy a recontruir el diálogo mentalmente y voy a suponer que dijiste "quisiera estudiar en Harvard". Sí, eso haré.

febrero 20, 2007

"Para besar bien, hay que besar y nada más...
sin manos que buscan el cuerpo
ni confesiones entre suspiros.
Los labios y sólo los labios son el placer"
Jeanette Winterson

Pensamiento tipo "si esto, el otro"

Si no paso estadística social no voy a tener un orgasmo en 15 años.

febrero 16, 2007

Hiperrealidad

La simulación de algo que en realidad nunca existió.*

Como nuestro amor,
que siendo
no fue,
que siendo
no es,
que no siendo
será.

febrero 12, 2007

Oración

"Que el dios en que no creo salve a este amor de volverse prosista"
Amén.
I will ride on my bicycle I'll ride thinking of you...

febrero 11, 2007

[Os comparto mi debraye: se aceptan opiniones a favor y en contra]

Mi tele, yo y mi otro yo: ensayo sobre el papel de los medios masivos de comunicación como agentes de cambio social


De la recepción a la acción hay una crítica de distancia, pero de la recepción a la apatía, basta con cambiar el canal de televisión. Y para viajar de la incomprensión a la empatía indiscriminada, sólo hace falta que alguien famoso detrás de la pantalla esté de acuerdo.

Alguna vez leí que las personas tendemos a creer que “todo lo escrito es verdad”; yo creo que en la época actual, cualquier hecho mediatizado,verdad o no, existe, y eso le confiere ya un alto grado de veracidad. Teniendo en cuenta la capacidad de los medios masivos de comunicación para otorgarle existencia y veracidad a cualquier suceso de cualquier índole –política, social, económica, ambiental, tecnológica o artística- resulta evidente la trifulca por su utilización para influir en la opinión pública con un fin específico, y no siempre –casi nunca- en beneficio de las masas cuya opinión se pretende moldear.

Moldear, no modificar. Porque los medios, por motivos principalmente económicos, se ocupan sólo de reproducir una y otra vez patrones socialmente aceptados, o cuya discordia es igualmente aceptada [y redituable]. No son un agente de cambio, sino de permanencia. Cuando exponen algo diferente, algo que aparentemente se sale del status quo, es porque ya comenzó a ser cotidiano, y a partir de ahora, con su mediatización, pasará a formar parte del ser de una época. Los medios no son revolucionarios, en el mejor de los casos evidencian las revoluciones; en otros, las ocultan. Los medios son reaccionarios a conveniencia.

Sin embargo, tener el poder de decir “qué sí” y “qué no” es cosa seria, por ello preocupa tanto el estudio de los medios de comunicación, y en particular el de su influencia sobre las masas: que hasta dónde se extiende en verdad su poderío, que si atrofian la capacidad crítica, que si contribuyen al deterioro de los gustos estéticos y de los cánones de la cultura popular (Lazarsfeld y Merton).
Los medios de comunicación masiva no son perniciosos en sí mismos. Son medios, no hacedores. Es lo que se transmite a través de ellos lo que puede estar –y en la mayoría de los casos lo está- corrompido por intereses particulares. Pero la ubicuidad de los medios se termina: no con apretar un botón o con tirar el diario a la basura, sino ejerciendo la facultad crítica, de cuyo desuso no son culpables ellos mismos, sino el sistema educativo.

Estoy convencida de que el conocimiento, la verdad y el buen gusto son potencialmente tan redituables como sus antónimos, siempre y cuando formen parte de los intereses de la masa. Y es en este punto cuando afirmo que si bien los medios masivos de comunicación son manipuladores, también son manipulables: transmitirán siempre lo que el consumidor exija. Por lo tanto, no creo en aquello de que los medios sean culpables de la vulgaridad y la ignorancia populares, sino más bien en que son un reflejo de la condición social.

Echando mano de la imaginación, no me limito en suponer que una sociedad educada obligaría a las radiodifusoras, a las televisoras y a las industrias editorial y cinematográfica a ofrecer otro tipo de contenidos, acordes con los intereses de sus clientes. Podría resultar no tan evidente, pero los verdaderos agentes de cambio son éstos últimos.

febrero 04, 2007

"Here may lie the most important effect of mass communication, its ability to mentally order and organize our world for us. In short, the mass media may not be successful in telling us what to think, but they are stunningly successful in telling us what to think about."

—Shaw & McCombs, 1977

febrero 02, 2007

7 horas