febrero 06, 2008

Las perras del casero

Entre semana, no existe mañana en la que no me despierten las dos chihuahueñas de mi casero mientras ladran enérgicamente a las ruedas de las bicicletas, a los tobillos de los inquilinos o al pasto. Si por alguna extraña razón logro medio conciliar el sueño después del disonante concierto de ladridos, el que que me despierta de nuevo es el casero con su potente voz militar mientras grita

¡Basta! ¡Pinky YA! ¡Fiiiirmeeees!


De acuerdo, tal vez el "firmes" no lo dice pero así se oye. Y cuando creo que no puede haber nada peor... si no canta, tiene alguna conversación telefónica en la que siempre dirá algo como "Sí, se murió de cáncer en el estómago... estuvo así como un año... Pero bueno, como te decía, lo referente al pago...". Y a mi no me queda otra que levantarme, porque ya se me hizo tarde.