febrero 24, 2008

Ficción mínima

No se suponía que fuera tan pronto... aunque la prontitud es un término relativo, ya lo habíamos hablado por la Juárez, me parece: que si faltan dos semanas no se hacen cinco meses, y cinco meses es un chingo... O no tanto, si se toma en cuenta mi opinión. Veinte semanas, veinte fines de semana, navidad, un puente...Pero cinco, cinco, cinco... No deja de ser simbólico, porque los símbolos son abstractos y es una realidad que cuajó en mi mente antes de que pudiera concretarse. ¿Qué quieres que te diga? -observo de reojo cómo se alzan tus hombros- Nada, claro. Y fue a la quinta noche cuando los amantes se crearon a sí mismos.