agosto 20, 2006

Osar


Todo era rosa,
o todo pudo haber sido rosa
en el origen.

Llenarse los ojos del color de un abrazo. Ese almendro presenció desde arriba todo lo de
abajo.

Él, al menos,
cambia de escenario cada tarde.
Tal vez nosotros también podríamos
(porque así debió ser
desde el principio).