A esto suena mi tener que olvidar algo que no viví(ré), aunque la letra no tenga mucho que ver más que en dos palabras, una de las cuales desapareció en esta versión neerlandesa: cambiaron "Mexico" por "zuiden", que significa "sur". La otra quedó intacta, pero nadie necesita saber cuál es.

Entre sollozos átonos, cada acorde tiene la forma de mis dedos crispándose en mi frente y el sonido de una lágrima imaginaria; el color de un lamento que no llega a ningún oído, que se queda dentro, tras los dientes, contenido por los apretados labios de una sonrisa rota.

¿Que la esperanza nunca muere? Será la primera a quien mate. Puedo vivir sola con mi deseo eterno, pero nunca con la esperanza de que algún día suceda lo que he decidido olvidar.

El asesinato de mi esperanza suena a esta canción. El piano gris toca dulce y melancólico mientras ella me rasguña los brazos, porque la asfixio. Mi cuerpo sobre el suyo, mis muslos inmovilizando su cadera, mis manos alrededor de su cuello. Dos lágrimas brotan de sus ojos y escurren por sus mejillas. Me mira. Con el dedo índice silencio sus labios y pidiendo perdón me acerco a su oído. Mis sollozos aumentan. Los de ella se extinguen.