Paracetamol
Le quiero.
A una imagen. A un color. A un nombre.
A un nombre que siempre fue color y después una imagen.
O a una imagen por la que quise saber un nombre.
El caso es que le quiero y no le quiero
(si pudiera elegir, no le querría:
lo que en verdad quisiera sería no quererle...
pero soy débil ante ello y le quiero
-aunque cada día un poco menos-).
Y el color y el nombre y la imagen siguen.
Igual de intensos
pero menos importantes,
menos presentes.
Un poco menos vivos, un poco menos míos.
Un poco más inertes.
A una imagen. A un color. A un nombre.
A un nombre que siempre fue color y después una imagen.
O a una imagen por la que quise saber un nombre.
El caso es que le quiero y no le quiero
(si pudiera elegir, no le querría:
lo que en verdad quisiera sería no quererle...
pero soy débil ante ello y le quiero
-aunque cada día un poco menos-).
Y el color y el nombre y la imagen siguen.
Igual de intensos
pero menos importantes,
menos presentes.
Un poco menos vivos, un poco menos míos.
Un poco más inertes.
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