marzo 28, 2007

Rodeada de ingenieros -y [creo que] de biólogos también-, en la biblioteca.
Absorta en la lap; mi cuaderno de estadística bajo el codo.
Perdiendo el tiempo -o no siendo eficiente, dirían-.
Me siento observada.
Levanto la mirada para cruzarme con sus ojos, que desde la mesa de enfrente me hablan. Sonreímos, cómplices. No me gusta la estadística.
En un par de horas y un poquito más, nos iremos a casa de la mano.