septiembre 11, 2007

Estoy harta

Pero con H mayúscula y así de grande:

H

No. Así de grande:



Estoy cansada de no querer, de no haber querido nunca, de jamás haberme enamorado. Y hablo de un jamás muy serio desde lo alto [y risible] de mis [muy serios también] 21 años. Pero no lo grito desde mi yo [pseudo]poético, ese que usualmente escribe. No. Lo vocifero, lo chillo y lo aullo [de dientes para adentro] desde mis víceras que de poesía nada entienden. Desde la dermis que ni puta idea tiene de lo que es un retruécano, que sólo concibe el frío de un cuerpo ausente y desconocido. Lo dice la mitad de mí, esa a la que se le infectó un dedo y que tiene los tenis mojados por caminar sobre charcos. Lo clama la de uno sesenta y tantos, la que pesa 51 kilos, a la que le duelen las articulaciones; no la que consulta diccionarios en afán presumiblemente estético, sino la que se levanta con brillo en la nariz, la que cabecea en clase y se le baja el azúcar durante el día. La que muerde las tapas de las plumas para concentrarse, no la que soñaba con aviones. Y mucho menos la que aún sueña con aviones. Lo hipa, solloza y gime la que da consejos, la que no duerme antes de las diez, la que no siempre está triste. No lo dice la que cultiva una rosa verde, sino la que sabe que las rosas de ese color no existen.

3 Comments:

Blogger Roberto A. Pérez Díaz said...

¿quién dice que las tripas no entienden de poesía?
alguna vez prueba las jaibas a la frank, o los chiles en nogada, unos tacos afuera del metro, chocolate abueltica con pelicula en un dia de lluvia etc

8:40 a.m.  
Blogger X said...

Eso no es poesía, querido. Es decir, el alimento siendo procesado dentro del estómago y los intestinos? neeeeeeeel. Los sabores, no lo dudo xD

5:27 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Una buena comida es para mis intestinos como poesía a mis oídos... jeje.
De verdad.

11:58 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home