febrero 11, 2007

[Os comparto mi debraye: se aceptan opiniones a favor y en contra]

Mi tele, yo y mi otro yo: ensayo sobre el papel de los medios masivos de comunicación como agentes de cambio social


De la recepción a la acción hay una crítica de distancia, pero de la recepción a la apatía, basta con cambiar el canal de televisión. Y para viajar de la incomprensión a la empatía indiscriminada, sólo hace falta que alguien famoso detrás de la pantalla esté de acuerdo.

Alguna vez leí que las personas tendemos a creer que “todo lo escrito es verdad”; yo creo que en la época actual, cualquier hecho mediatizado,verdad o no, existe, y eso le confiere ya un alto grado de veracidad. Teniendo en cuenta la capacidad de los medios masivos de comunicación para otorgarle existencia y veracidad a cualquier suceso de cualquier índole –política, social, económica, ambiental, tecnológica o artística- resulta evidente la trifulca por su utilización para influir en la opinión pública con un fin específico, y no siempre –casi nunca- en beneficio de las masas cuya opinión se pretende moldear.

Moldear, no modificar. Porque los medios, por motivos principalmente económicos, se ocupan sólo de reproducir una y otra vez patrones socialmente aceptados, o cuya discordia es igualmente aceptada [y redituable]. No son un agente de cambio, sino de permanencia. Cuando exponen algo diferente, algo que aparentemente se sale del status quo, es porque ya comenzó a ser cotidiano, y a partir de ahora, con su mediatización, pasará a formar parte del ser de una época. Los medios no son revolucionarios, en el mejor de los casos evidencian las revoluciones; en otros, las ocultan. Los medios son reaccionarios a conveniencia.

Sin embargo, tener el poder de decir “qué sí” y “qué no” es cosa seria, por ello preocupa tanto el estudio de los medios de comunicación, y en particular el de su influencia sobre las masas: que hasta dónde se extiende en verdad su poderío, que si atrofian la capacidad crítica, que si contribuyen al deterioro de los gustos estéticos y de los cánones de la cultura popular (Lazarsfeld y Merton).
Los medios de comunicación masiva no son perniciosos en sí mismos. Son medios, no hacedores. Es lo que se transmite a través de ellos lo que puede estar –y en la mayoría de los casos lo está- corrompido por intereses particulares. Pero la ubicuidad de los medios se termina: no con apretar un botón o con tirar el diario a la basura, sino ejerciendo la facultad crítica, de cuyo desuso no son culpables ellos mismos, sino el sistema educativo.

Estoy convencida de que el conocimiento, la verdad y el buen gusto son potencialmente tan redituables como sus antónimos, siempre y cuando formen parte de los intereses de la masa. Y es en este punto cuando afirmo que si bien los medios masivos de comunicación son manipuladores, también son manipulables: transmitirán siempre lo que el consumidor exija. Por lo tanto, no creo en aquello de que los medios sean culpables de la vulgaridad y la ignorancia populares, sino más bien en que son un reflejo de la condición social.

Echando mano de la imaginación, no me limito en suponer que una sociedad educada obligaría a las radiodifusoras, a las televisoras y a las industrias editorial y cinematográfica a ofrecer otro tipo de contenidos, acordes con los intereses de sus clientes. Podría resultar no tan evidente, pero los verdaderos agentes de cambio son éstos últimos.

9 Comments:

Blogger Caro Albahaca said...

Una mentira contada mil veces no dejará de ser mentira aunque los demás la crean verdad.

12:19 p.m.  
Blogger X said...

Goebbels hijo de puta. Goebbels maravilloso.

12:28 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues ya que aceptas comentarios, aprovecho para concordar en que rotundamente es una minita el negocio de la comunicacion, hasta canall once tiene comerciales caray!

1:13 p.m.  
Blogger Carissa García said...

Me agrada tu forma de escribir, mandas sutilezas con buen sentido del humor.
No me gusta la televisión... hay 3 estaciones de radio en toluca... el periódico es una basura. Se necesita una verdadera revolución de medios masivos de comunicación.

2:23 p.m.  
Blogger Luis Alvaz said...

¿Qué estudias?
Estoy de acuerdo con Carissa, sobre la revolución en los medios de comunicación, sólo que yo creo que más allá de hacer una televisión democrática, una radio democrática, medios impresos democráticos, etc., tenemos que pensar en una alternativa que trascienda a la mass-mediación. Lo ideal siempre es la comunicación interpersonal, y sin embargo, ¿sabemos qué es eso?

10:21 p.m.  
Blogger X said...

Estudio comunicación, precisamente jiji xDDD

Una alternativa que trascienda a la mass-mediación... suena muy interesante. ¿Comunicación interpersonal? No lo sé. ¿Qué tal la intrapersonal, que incluye al ejercicio crítico?

12:26 a.m.  
Blogger Luis Alvaz said...

Ya me caes mejor, yo también estudio comunicación.
Bueno, supongo que la comunicación intrapersonal es un asunto mucho más complejo, y sí, tienes razón, el juicio crítico nace en ese nivel; pero creo que para que exista el discurso, tiene que ser enunciado, tiene que existir un interlocutor, aunque ese interlocutor se encuenre en la hipertextualidad, como tú y como yo.

8:52 a.m.  
Blogger Caro Albahaca said...

- dijo antes de cerrar el messenger y apagar el celular.
¡Bien, vamos a conocer personas a la realidad!
(Qué miedo)

5:51 p.m.  
Blogger X said...

O a la hiperrealidad

11:58 p.m.  

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